MTB Sierra Nevada

¿¡¿¡¿Subida a la playa?!?!?!?

¡Sí cuando el desnivel acumulado es de 2500m!
¡Sí cuando son necesarias más de 7 horas de pedaleo -paradas aparte-!
¡Sí cuando el IGP sale clavadito, clavadito al de la Límite (194)!



... y sin embargo ha merecido la pena!!!
porque la ruta cruza por una variedad de paisajes sorprendente hasta para un "granaíno" como el que escribe, desde los pueblos del área metropolitana y los macro-polígonos en construcción, pasando por campos de cereal, olivos o almentros, hasta llegar a bosque típico mediterraneo y pinares. Pero lo más espectacular de la etapa fue "Mordor"!!!
Para que os hagáis una idea, desde el Suspiro del Moro, las dos carreteras que bajan a la playa -a Motril y a Almuñecar- dibujan una especie de triángulo. La primera parte del triángulo es el Valle de Lecrín, pero desde las Albuñuelas hasta la playa no hay nada en el centro de ese triángulo. Los Guájares, Lentegí, Otívar, etc estan en los lados pero en el centro no hay nada!!! Bueno, nada no, está Mordor!!! Desde que llegas a las Albuñuelas lo que tienes delante es un grupo de afiladas montañas que se empinan hacia el cielo, mucho más impresionantes de lo que pueda ser la Sierra de Huetor o la propia Sierra (Nevada). Pues por ahí se "baja" a la playa. A medida que las vas rodeando -puertos mediante- van apareciendo una serie de valles tan profundos como altas son las rocas que forman los picos que las rodean (casi, casi como las montañas donde se crio Goku!), eso sí, si el paisaje impresiona también lo hace las pendientes de las rampas que hay que subir por mucho que la pista esté bastante arreglada. Así llegas hasta unos 15km a "meta" según el gps sin tener ni rastro del mar, de la carretera de la cabra ni de ningún pueblo, sólo subiendo y bajando cuestas a una media de 1000m de altitud, y sólo al final, una vez que llegas a la altura de Lentegí la carretera se empieza a descender primero poco a poco y luego a saco hasta la parte alta de Ítrabo. Ahí la ruta de DPNEO proponía un último ascenso para caer directamente sobre el Mediterráneo, pero como el día no estaba nada claro y las fuerzas iban más que justas optamos por volvernos a la carretera de la cabra para entrar a Almuñecar desde Jete y río verde.
Resumiendo, una ruta que aunque muy exigente, es de las obligadas.